La madre plata esta totalmente exitada con la legada luego de 8 años de la reina del pop a aquel pais, varios diarios locales han publicado varias notas antes del debut de la diva esta noche en barcelona el adn.es titula:
Madonna trae a Zaragoza un show que mueve a 1.500 personas y un millón vatios
Madonna cerrará el sábado 25 de julio en Zaragoza su mini-gira española, incluida en el "Sticky&Sweet Tour 2009", y después de actuar en Barcelona y Madrid recalará en la capital aragonesa con un espectáculo concebido como un "viaje musical" que mueve a su alrededor a más de 1.500 personas y utiliza un millón de vatios, entre luz y sonido.
Responsables de la empresa promotora de la gira de la artista, Music Comunication, y del Ayuntamiento de Zaragoza han presentado hoy en rueda de prensa los detalles del show, para el que ya se han vendido 25.000 entradas, a pesar de que las previsiones iniciales hablaban de 50.000.
Ya ha empezado el montaje de los camerinos en la Feria de Zaragoza, lugar elegido para el concierto, y a partir del lunes comenzarán a llegar a la ciudad los 84 camiones que trasladan el escenario y los equipos técnicos, sin que en ningún caso se vea afectado por el accidente de ayer en Marsella (Francia), en donde se hundió el escenario que se montaba para el concierto que Madonna tenía previsto ofrecer en esa ciudad el próximo domingo, con el resultado de dos operarios fallecidos, y que ha sido suspendido.
La gira de Madonna funciona con cinco escenarios simultáneamente y en Zaragoza se montará el que se utilizó en el concierto de San Siro (Italia) del pasado 14 de julio.
Éste se divide en tres: uno principal de 90 metros de ancho y 50 de profundidad encabezado por dos grandes letras "M" cubiertas de polvo de cristal de Svarowsky y una pasarela móvil y un escenario secundario, ambos móviles.
La "reina del pop" se sirve de siete pantallas de vídeo móviles, otras dos en las alas laterales y dos pantallas circulares, en las que se podrá ver a grandes artistas con los que Madonna hace "duetos interactivos".
Apoyada por dieciséis bailarines, doce músicos y ocho cambios de vestuario, Madonna ofrece en "Sticky&Sweet" un viaje musical dividido en cuatro secciones: "Pimp", inspirado en la decoración de los años 20 con un estilo de "gánster moderno"; "Old School", que rescata la estética del Manhattan de los 80; "Gipsy", que se basa en la música y bailes de folk rumanos, y "Rave", que figura con una ambientación "chispeante y deportiva".
Quinientas personas acompañan a la artista, a los que se suman otras tantas de organización, pertenecientes a empresas de servicios de Zaragoza contratados por la promotora, y otras quinientas en dispositivos de seguridad, entre Bomberos, Protección Civil, Cruz Roja, Policía Local, Guardia Civil, agentes de seguridad privada y voluntarios.
Todo ello, ha asegurado en la rueda de prensa Enrique Ibarra, representante de la promotora del concierto, para poder disfrutar de la "espectacularidad" de un show en el que toda la tecnología se aplica a la música y que hace que cada uno de los veinte temas que interpreta la cantante en directo se conviertan "casi en un vídeoclip".
Está previsto que Madonna llegue a la capital aragonesa el mismo día del concierto, que comenzará a las 22.00 horas, aunque no está todavía claro si la artista pase la noche en Zaragoza, donde ha reservado varias suites, o vuelva a su casa en Londres.
En todo caso, sus peticiones para los camerinos han sido "absolutamente normales", con un servicio de comidas compuesto por mucha fruta y verdura, y agua, aunque su camerino personal debe de tener, anexa, una sala de juegos para los niños, ya que sus hijos viajan con ella.
Los promotores han insistido en que la venta de entradas ha aumentado de forma "exponencial" en los últimos días, y ante el malestar de algunas personas que compraron sus billetes en los primeros días y que ahora ven que éstos se ofrecen con promociones y descuentos, Ibarra ha defendido el "derecho legal" de cualquier empresa a poner en marcha campañas de márketing y descuentos, como hacen "las tiendas de ropa o las líneas aéreas, por ejemplo".
Desde el Ayuntamiento se hace hincapié en el servicio de autobuses que se habilitará para acceder y salir de la Feria, que comenzarán a funcionar a las 12:00 horas del mediodía con un precio de seis euros ida y vuelta.
Para el consejero de Cultura del Ayuntamiento, Jerónimo Blasco, ésta es "la prueba de fuego" para la ciudad si Zaragoza quiere seguir incluida en el circuito de los grandes conciertos, sin olvidar el beneficio económico que supone para los establecimientos hosteleros, puesto que la mitad de las entradas vendidas han sido adquiridas por personas de fuera de Zaragoza
Madonna: reinventar para no devorarse
La música pop ha quedado huérfana de padre con el adiós de Michael Jackson, pero mantiene una madre y reina indiscutible: Madonna. La cantante, bailarina y productora de Michigan es consciente de su papel en la realeza musical y homenajea a Jackson, como se pudo ver en el arranque de su nueva gira Sticky & Sweet Tour en Londres el pasado 4 de julio, donde interpretó Billie Jean y Wanna Be Starting Something. Las trayectorias de ambos muestran un punto común: cada concierto es un espectáculo para guardar en la retina. En este contexto de catarsis del pop de gran consumo la tentación rubia traerá mañana a Barcelona su gira más larga y espectacular.
A pesar del impresionante despliegue que ha podido verse ya en Manchester, París y Milán, aún quedan hoy entradas para el concierto en el estadio olímpico Lluís Companys. Una posible explicación recae en el hecho de que las entradas están entre los 65 y 95 euros, bastante lejos de los 30 euros a los que salía la entrada más barata para U2 en Barcelona hace apenas unas semanas. Dos días después actuará en Madrid y el día 25, en Zaragoza.
La primera vez que la oxigenada norteamericana estuvo en la capital catalana fue en 1990 cuando, en el mismo escenario, presentó el disco que quizás la encumbró en el santuario pop, Like a Prayer. Ahora la gira es por su disco (a decir de algunos críticos, el más flojo de los editados en los últimos años) Hard Candy. En cualquier caso, como ejemplifica el single 4 Minutes en el que participa Justin Timberlake, Hard Candy reconfirma la apuesta de la cantante y compositora por surfear sobre la ola del pop actual, con tintes r&b.
El espectáculo tiene el componente audiovisual como gran protagonista y conductor ya que varios vídeos -que se podrán ver en las pantallas gigantes- van separando los bloques del show, como si fueran interludios clásicos. La lista de canciones que ha venido presentando estos días desvela que la artista echa mano de todos sus éxitos y también de temas de su último trabajo: Everybody, Vogue, Music, Like a Prayer, Miles Away y La Isla Bonita parecen fijos.
Como en su histórica canción Secret, Madonna aplica la máxima de que "la felicidad está en tu mano" y no permite que el gran personaje que ella encarna la acabe devorando. Si bien en sus orígenes, allá en la desmadrada e increíble década de 1980, había quien le auguraba poco futuro (por sus amoríos o por su eventual inconsistencia musical) hoy es innegable que Madonna es un icono vivo de la música popular moderna. También es un ejemplo de superación. El método vital de la cantante es el de la metamorfosis, el de la reinvención. Madonna fue consciente de que para ser la mejor debía estar dispuesta a mejorar, a resucitarse. Y lo hizo. No es camaleónica, es múltiple.
La gira Sticky & Sweet Tour ha sido accidentada: el pasado jueves el techo de parte del escenario donde Madonna iba a actuar en el estadio Velodrôme de Marsella se vino abajo y segó la vida a dos personas y dejó cinco heridos graves. Madonna dijo sentirse muy afectada. De hecho, el día siguiente del accidente, en plena actuación en Udine, la cantante lamentó e incluso lloró la pérdida de los dos trabajadores. "No soporto estar relacionada con el sufrimiento de nadie", confesó entre sollozos. Madona tiene una relación intensa con su entorno y hay quien dice que su espíritu maternal va más allá de su interés en adoptar niños. La troupe de la cantante consta de un equipo de 220 personas, amén de 18 bailarines que la acompañan en escena y 20 músicos. El vestuario es muy potente: en alguna gala ha llegado a hacer 10 cambios de atuendo.
Y es que siempre los números sonríen a Madonna: la revista Forbes la sitúa en el primer lugar de los músicos que más han cobrado el último año: 85 millones de euros. Barcelona ayudará.
La primera vez que la oxigenada norteamericana estuvo en la capital catalana fue en 1990 cuando, en el mismo escenario, presentó el disco que quizás la encumbró en el santuario pop, Like a Prayer. Ahora la gira es por su disco (a decir de algunos críticos, el más flojo de los editados en los últimos años) Hard Candy. En cualquier caso, como ejemplifica el single 4 Minutes en el que participa Justin Timberlake, Hard Candy reconfirma la apuesta de la cantante y compositora por surfear sobre la ola del pop actual, con tintes r&b.
El espectáculo tiene el componente audiovisual como gran protagonista y conductor ya que varios vídeos -que se podrán ver en las pantallas gigantes- van separando los bloques del show, como si fueran interludios clásicos. La lista de canciones que ha venido presentando estos días desvela que la artista echa mano de todos sus éxitos y también de temas de su último trabajo: Everybody, Vogue, Music, Like a Prayer, Miles Away y La Isla Bonita parecen fijos.
Como en su histórica canción Secret, Madonna aplica la máxima de que "la felicidad está en tu mano" y no permite que el gran personaje que ella encarna la acabe devorando. Si bien en sus orígenes, allá en la desmadrada e increíble década de 1980, había quien le auguraba poco futuro (por sus amoríos o por su eventual inconsistencia musical) hoy es innegable que Madonna es un icono vivo de la música popular moderna. También es un ejemplo de superación. El método vital de la cantante es el de la metamorfosis, el de la reinvención. Madonna fue consciente de que para ser la mejor debía estar dispuesta a mejorar, a resucitarse. Y lo hizo. No es camaleónica, es múltiple.
La gira Sticky & Sweet Tour ha sido accidentada: el pasado jueves el techo de parte del escenario donde Madonna iba a actuar en el estadio Velodrôme de Marsella se vino abajo y segó la vida a dos personas y dejó cinco heridos graves. Madonna dijo sentirse muy afectada. De hecho, el día siguiente del accidente, en plena actuación en Udine, la cantante lamentó e incluso lloró la pérdida de los dos trabajadores. "No soporto estar relacionada con el sufrimiento de nadie", confesó entre sollozos. Madona tiene una relación intensa con su entorno y hay quien dice que su espíritu maternal va más allá de su interés en adoptar niños. La troupe de la cantante consta de un equipo de 220 personas, amén de 18 bailarines que la acompañan en escena y 20 músicos. El vestuario es muy potente: en alguna gala ha llegado a hacer 10 cambios de atuendo.
Y es que siempre los números sonríen a Madonna: la revista Forbes la sitúa en el primer lugar de los músicos que más han cobrado el último año: 85 millones de euros. Barcelona ayudará.
el país tambien a sacado un especial de la mini gira de MADONNA en ESPAÑA , como tambien lo hizo la revista gente para la gira de la chica material en Argentina 08, llamado ONMadrid madonna 1990_2009
fuente: elpaís.com
Madonna trae su reinado pop al Estad
Madonna consumará mañana su tercera visita a Barcelona en un Estadi Olímpic que le acogió hace cerca de dos décadas, el 1 de agosto de 1990, con el Blond ambition tour. Entonces, la música de baile era distinta; el hip-hop aún era marginal, el grunge no existía, el rock alternativo era embrionario, el r’n’b moderno era ficción, y la electrónica, un planeta lejano. La cantante, a punto de cumplir 51 años, ha sobrevivido a modas y tendencias, incorporándolas a un discurso mutante. Vuelve en la segunda fase del Sticky & sweet tour, expedición con la que muestra su último disco, Hard candy, y revive éxitos de los 80 y 90.La capital catalana quedó fuera de la gira del verano pasado, que recaló, en cambio, en Sevilla y Valencia. Ahora se suma, con Madrid (que la acogerá el jueves) y Zaragoza (sábado), a la extensión de un tour que acumula más de 60 shows y unos dos millones de espectadores. Entre estos no figura el de Marsella, que debía celebrarse anoche y que se suspendió tras un accidente en el montaje escénico que causó la muerte de dos personas.El Sticky & sweet tour ofrece un completo repaso al presente de la artista (ocho canciones de Hard candy) y no se olvida de éxitos de etapas cercanas (Die another day, Music, Ray of light) y clásicos de su primera década de estrellato: Vogue, Into the groove, La isla bonita y Like a prayer tienen su lugar en el show. El guión, con cambios de vestuario y agitación coreográfica, es parecido al de la primera parte de la gira, pero el repertorio incluye dos novedades: Frozen y Holiday. GUIÑO A MICHAEL JACKSON / Esta última pieza ofrece otra aportación: en su introducción, un bailarín evoca a Michael Jackson y su baile moonwalk mientras suenan fragmentos de Billie Jean y Wanna be startin’ something. Un gag que Madonna ofreció en el estreno de esta gira, el 4 de julio en Londres, y que se está manteniendo como fijo en todos los conciertos. La pareja de monarcas del pop no llegó a colaborar nunca ni en disco ni en concierto, pero el mánager de la cantante, Guy Oseary, ha declarado que esta deseaba hacer una aparición sorpresa en uno de los shows de Jackson en el O2 Arena londinense. En los 80, Madonna y Jackson se miraban de reojo. Más adelante, quizá a ella no le interesó relacionarse con una estrella en decadencia. Ahora, Madonna quizá podría haberle dado algún valioso consejo para sobrevivir tres décadas en la cima del show business.
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