Una llamada telefónica hizo a Madonna, diva de pop estadounidense, emprender su obra de caridad en el país africano Malawi. En el rodaje del documental que reproduce la vida de millón de huérfanos locales, Madonna adoptó a un niño.

El jueves, Madonna asistirá al Festival de Cine de Tribeca en Nueva York para alabar el estreno del film I Am Because We Are. Ella misma se encargaba de la creación, la producción y los apartes de este documental, que refleja la triste vida de los huérfanos en la zona anegada por el sida en Malawi.

El interés de Madonna por Malawi empezó hace dos años. Una comerciante descendiente de malawinos le contó sollozando la pésima situación en que se encontraban los huérfanos locales y le pidió brindarles ayuda haciendo valer sus fuerzas. En aquel momento, Madonna no sabía incluso dónde se localizaba Malawi. Tras conocer algo sobre este país, lanzó actividades de caridad “Raising Malawi” e invitó a Nathan Rissman para que actuase como director del documental I Am Because We Are, el cual dura 94 minutos. En el proceso de rodaje, Madonna descubrió al niño llamado David, quien posteriormente fue adoptado por ella y su marido Guy Ritchie.

Una llamada telefónica hizo a Madonna, diva de pop estadounidense, emprender su obra de caridad en el país africano Malawi. En el rodaje del documental que reproduce la vida de millón de huérfanos locales, Madonna adoptó a un niño.
El jueves, Madonna asistirá al Festival de Cine de Tribeca en Nueva York para alabar el estreno del film I Am Because We Are. Ella misma se encargaba de la creación, la producción y los apartes de este documental, que refleja la triste vida de los huérfanos en la zona anegada por el sida en Malawi.
El interés de Madonna por Malawi empezó hace dos años. Una comerciante descendiente de malawinos le contó sollozando la pésima situación en que se encontraban los huérfanos locales y le pidió brindarles ayuda haciendo valer sus fuerzas. En aquel momento, Madonna no sabía incluso dónde se localizaba Malawi. Tras conocer algo sobre este país, lanzó actividades de caridad “Raising Malawi” e invitó a Nathan Rissman para que actuase como director del documental I Am Because We Are, el cual dura 94 minutos. En el proceso de rodaje, Madonna descubrió al niño llamado David, quien posteriormente fue adoptado por ella y su marido Guy Ritchie.
I Am Because We Are reproduce la escena del Orfanato Casa de Esperanza, donde una niña de 9 años portadora de HIV cuidaba a David. Según Madonna, la madre de David murió cuando dio a luz a él por parto difícil, y ninguno de sus hermanos sobrevivió, por lo que nadie sabe quién es su padre. Tres meses después del primer encuentro con David, cuando Madonna lo vio otra vez, decidió adoptarlo, porque padecía de la “pulmonía, la malaria y diablo sabe qué enfermedad más” sin tratamiento ni medicamento.
El hecho suscitó alguna inconveniencia, pues los personajes de objeción criticaron al Gobierno de Malawi por ofrecer a Madonna un favor y manejó el asunto al margen de la ley (la ley de Malawi prohíbe a extranjeros adoptar niños de su país), pues había propuesto a la corte que aprobara la solicitud de Madonna sobre la adopción del niño y que convocara audiencias al respecto el día 15 de mayo. De repente, apareció el padre de David, quien manifestó que sólo quería internar temporalmente a su hijo en el orfanato. Sin embargo, dejó que Madonna adoptara a David.
Rissman mencionó que al filmar este documental, Madonna pretende revelar el apuro que acosa Malawi, y al mismo tiempo, dar a conocer a la gente cómo ayudar a personas en aprietos. Para este fin, Madonna cubrió entrevistas al ex presidente estadounidense, Clinton, a Desmond Tutu, Nóbel de la Paz, a Paul Farmer, profesor del Instituto de Medicina de Harvard, a Jeffrey Sachs, consejero especial de la ONU, etc.
“A través de este documental, damos a conocer a la gente que estamos muy estrechamente vinculados, por lo que debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para ayudar a los habitantes de Malawi, o de India o de otros lugares... Estamos estrechamente enlazados”, declaró